Una meta fundamental de la Fundación Rogelio Salmona
será promover la conservación de la obra arquitectónica y urbanística, por
medio de la veeduría cívica para la preservación de los proyectos construidos.
El patrimonio cultural hace parte de la historia, pero también este se
construye día a día en el presente y por eso las generaciones de hoy tienen el
deber –la obligación– de preservar los más altos valores de la cultura de su
tiempo, para que estos sean reconocidos, disfrutados y preservados, a su vez,
por las generaciones de mañana.
La obra y la trayectoria de Rogelio Salmona son
ampliamente conocidas. Su búsqueda de la excelencia y el profundo sentido ético
marcaron su arquitectura y su compromiso con la ciudad. Su preocupación
permanente por el ser humano, la arquitectura, la ciudad y el medio ambiente,
son solamente algunos aspectos de su profunda creencia en los procesos
culturales y a la vez de su compromiso con sus propios ideales. El conjunto de
la obra de Salmona, además de representar y significar una época de la historia
de la arquitectura colombiana, ha trascendido el tiempo.
El Ministerio de Cultura, mediante resolución 1773
de 2007, declaró como Bienes de Interés Cultural de Carácter Nacional nueve
obras institucionales de Rogelio Salmona, que incluyen las Torres del Parque y
la Casa de Huéspedes, ya declaradas en 1995 que conforman el conjunto de obras
protegidas. Actualmente, en el Congreso de la República se tramita una Ley de
Honores, que contempla promover la declaratoria del conjunto de la obra del
arquitecto Salmona como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional. Así
mismo, en Bogotá, el decreto 490 de 2007 ordena realizar los estudios para
incluir la obra de Rogelio Salmona en el Inventario de los Bienes de Interés
Cultural de la ciudad de Bogotá D.C., proyecto realizado por la Universidad
Nacional de Colombia para el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural,
adscrito a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.